Este año viví de cerca la experiencia de Hay Festival. Siempre he amado
los eventos relacionados con literatura y arte, pero mi apreciación en 2014 no
fue tan simple. Gozando de ciertos privilegios en mi servicio, que es en una
televisora local, logré ver el show tras bambalinas. Tuve acceso a eventos,
conciertos, pero sobre todo al hotel donde se hospedaron las celebridades. El
Hay Festival Xalapa inició el jueves 2 de octubre, sin embargo no pudimos
asistir ese día para hacer entrevistas.
El segundo día del evento me la pasé tratando de conseguir a quién
entrevistar, corrí de un lado a otro para ver si había alguien disponible. Mi
día comenzó con la noticia de que nuestra primera entrevistada estaba hospedada
en otro hotel. Simplemente fue imposible hablar con ella. Tocó el turno de
Pablo Meyer, éste científico llegó a tiempo y a la hora programada. Mientras
todo ocurría, observé desde atrás.
La siguiente en la lista era Pura López, poeta y traductora mexicana,
con una destacada carrera. No estaba en el hotel, y mientras ella llegaba me
dediqué a buscar un nuevo entrevistado. Conseguí una charla con el apasionado
fotógrafo, Kim Manresa. Llegó saludando como sólo los españoles saben. Es un
hombre admirable y muy cordial. Sentí un profundo respeto y admiración por su
trabajo.
Había otra cámara colocada cerca de nosotros. Entrevistaban a una
británica y usaron traductor simultáneo. Qué difícil debe ser ese trabajo, sin
embargo la autora británica, que intuyo era Nell Leyshon, se sentía un poco
incomoda, incluso trataba de hablar con la traductora, pero ella no paraba en
su tarea, a pesar de que el reportero tenía un buen nivel de inglés. No pude
evitar escuchar, incluso me acerque un poco y por un rato perdí el hilo de la
conversación con Kim. La dama británica me miraba constantemente, me sonreía y
cuando se fue se despidió. Dejé de sentirme invisible, ignorada.
Luego de quedar maravillada con su trabajo y todo lo que implica el
foto-periodismo, proseguí a buscar a Pura López. La chica que nos apoyaba a
buscar escritores o artistas nos consiguió a Margo Glantz. En ese momento me
sentí pequeña e intimidada, así que me alejé. Hubo un momento en el que llegó
el asistente de la escritora y me dijo: "aquí está la coca de Margo, te la
encargo" y yo sentí un profundo ataque de pánico surgiendo de mi interior.
Al finalizar la entrevista fui a buscar a una nueva presa. La siguiente
en la lista era Myriam Moscona, al principio no la encontré. Vi a un joven en
el lobby del hotel. Pregunté quién era, nadie me supo decir. Ya me había
decidido a llamarlo, a pesar de desconocer su identidad. Lo único que pude
notar era que hablaba inglés. Me contuve unos instantes, en ese momento
apareció Marlene, la chica que nos apoyó. Encontró a Myriam, y la condujo donde
estaba nuestra improvisada locación.
Entonces guardé silencio y me retiré. No dije nada por temor, para que
no hacer esperar a nuestras personalidades, para no hacer el ridículo. Me di
cuenta que era británico, así que también sentí miedo. Justo en el momento en
el que había decidido hablar con él, aunque le preguntase su nombre, vi
entrando a Pura. Era la siguiente en la lista. El joven británico, para mi
pesar quedó descartado. Luego, y con cierta felicidad Marlene me acompaño,
fuimos, finalmente, por nuestra última entrevista del día. Ya no quedó espacio
para grabar más, me sentí mal, no descubrí la identidad del joven que tanto me
intrigó.
Autora: Ma. Monserrath Pérez
@MandiraNabula
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