Me cuesta
mirar a través de los negros ojos de la muerte para redescubrir un sin fin de
ideas, que se encierran en mi mente. Memorias descompuestas por el tiempo y el
espacio que han sido regadas por miles de años. La oscuridad del ayer ha sido
embestida por la humedad del mañana que no permite más que un regocijo siniestro
de agonía y dolor indiscreto.
Cruzando el
patio interno de lo que soy y que una vez fui...y te miro en silencio;
fascinada y sonrojada. No permito que tus labios pronuncien palabras ni que
tus lágrimas santas toquen la perfección de tu carisma. Eres misterioso y
delirante como una pesadilla vampírica; perfecta para embelesar mis sentidos
mientras me capturas a través de tu singular mirada y yo me oculto detrás de mi fingida sonrisa. Inspiras mi poesía oscura y atraes a los viejos demonios de mi
sosegada pasión a mis puertas; mientras escribo rimas y versos llenos de ritmos
pérfidos y funestos como la intriga de tus labios.
En estas
tétricas noches en las que ilumina la luna de la siguiente era no puedo pensar
en nada más que en la intensidad de tus palabras, pronunciadas suavemente ante
la frivolidad de la humanidad y susurrantes para mis exhumados oídos. Me haces
explorar más allá y regresar a la esencia que mantiene la llama encendida de lo
que nunca deje de ser; una criatura incendiada por la negrura del abismo.
Mientras viva me fundiré en los pasajes del éxtasis de la muerte y me acercare
a tu existencia septentrional con el filo de esta sinfónica melodía.
Autora: Ma.
Monserrath Pérez
@MandiraNabula
Derechos
reservados©
No hay comentarios.:
Publicar un comentario