En todo el mundo, la mayoría de los profesionistas tienen un día especial para celebrar. En México por ejemplo, tenemos un amplio calendario con fechas importantes, desde el famoso día del maestro hasta el de reciente creación día del arquitecto. ¿Pero qué pasa con una de las profesiones tan antiguas como la humanidad misma? Es decir, los traductores.
El día 30 de septiembre se festeja el Día Internacional del Traductor. Esta celebración comienza a partir de 1953, desde la fundación de la Federación Internacional de Traductores. Precisamente en conmemoración al fallecimiento de Jerónimo de Estridón, uno de los más importantes traductores de la historia, pues tradujo la biblia al latín (versión conocida como Vulgata). Está fecha tiene como objetivo crear conciencia en la importante tarea de un traductor. Es más, los traductores siempre pasan desapercibidos. Cuántas veces te has preguntado quien tradujo tu libro favorito de Harry Potter que tanto te gusta, la película infantil favorita de tu hermanita o el sistema operativo de tu celular nuevo. Apuesto que muy pocas.
Si bien es cierto que al hablar de la constante "invisibilidad del traductor", término acuñado por Lawrence Venuti en 1995, siempre se le relaciona con el buen trabajo de un traductor, entonces qué pasa con la "visibilidad" del mismo. Un traductor "visible" se vuelve un traductor expuesto, que cae a la merced de las críticas. A veces los errores de una traducción, hasta cierto punto, parecen divertidos pues hay casos en los que uno se llega a topar con traducciones que no solo sacan una risa, sino que también se llevan las palmas debido a errores, malas interpretaciones o simplemente horrores ortográficos. Pero precisamente es en este punto donde debemos establecer conciencia.
La gran mayoría de nuestro entorno se lo debemos a una buena traducción. Nuestros buenos recuerdos infantiles probablemente tuvieron que ver con un "ajustador" para que aquella bella canción de Disney fuera igual de hermosa que la original, escondiendo en su interior el idioma de partida. La traducción es un mundo oculto detrás de una buena obra, película, libro o material de cualquier parte. Se trata de un universo tras bambalinas que esta ahí, que hace girar la rueda y pone en marcha todo el mecanismo, como el staff de un teatro o circo que monta el escenario, que inicia la ilusión.
Nunca nos detenemos a aplaudir los aciertos, nunca nos detenemos a mirar que gracias a estos o aquellos subtítulos entendí una frase compleja o pude reír de un buen chiste que escuché en una película. Y si pensamos en "prefiero la versión original" entonces estamos cerrando nuestra cultura y condicionando a la población que, por alguna u otra razón, no tiene acceso o interés en aprender un nuevo idioma. Asimismo, aun sabiendo inglés, nos condicionaríamos pues diariamente se reciben enormes cantidades de material de diversa índole. Sin embargo, dicho material no se limita al inglés, por lo que resultaría más complicado acceder a todo lo que pueda interesarnos.
Octavio Paz lo ha dicho, gracias a la traducción entendemos a nuestros vecinos, y con ello su forma de percibir el mundo. Así que hoy los invito a reflexionar, a mirar esa caricatura, película o libro que tanto amamos y apreciar las horas de trabajo, los desvelos y dolores de cabeza para llegar a esa versión, para llegar a esa invisibilidad, y conseguir esa buena traducción.
¡Felicidades traductores!
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